domingo, 6 de enero de 2013

Perdamos la cabeza


- El problema es que usas demasiado la cabeza.
- ¿ Desde cuándo es eso malo?
- Desde el momento en que pones la razón por encima de tus deseos.
- Es imposible vivir de otra forma.
- Discrepo.
- ¿Cómo lo harías tu?
- Es muy sencillo. Se trata de buscar en lo más profundo de ti mismo, de buscar la parte animal de ese animal racional que eres. Se trata de guiarte por instintos y, sobre todo, por deseo. Hablo de sentir y dejarte llevar. Para mi, ese es el camino más directo a la felicidad. Tu deseo te hará feliz, sin necesidad de nada más.
- Puede convertirse en problemas en el futuro.
- ¿Para qué pensar el el futuro?
- Porque el futuro es inevitable.
- El futuro es algo incierto. No hay forma de saber si tendrá lugar. Olvídate de ese futuro, inexistente por el momento, y se feliz en el presente.
- De ese modo, mi felicidad será tan efímera como el tiempo.
- No lo entiendes. Es una cadena. Una cadena de deseo y pasión. Si tu vida se basa en hacer lo que quieres hacer, lo que realmente deseas en cada momento, solo puedes ser eternamente feliz.
- Tu teoría se basa en no pensar, en no hacer uso de la razón, en tirar por los suelos una evolución que ha durado siglos. No creo que eso esté bien...
- Al quemar la razón, el bien y el mal arden con ella. Las cosas dejan de estar bien o mal y el deseo pasa a ser el único motivo. 
- Para mí, no es suficiente.
- Para mí, lo es todo.
- Mi cabeza y mi razón te demostrarán que te equivocas.
- Mi deseo hará que pierda la cabeza.
-  ¿Y qué harás cuando pierdas la cabeza?
- Ser feliz. 

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